Ohhhhh verano dulce verano, por fin vas dejándonos poco a poco….
Las temperaturas son más bajas, empiezan a aparecer nubes jorobando los días de playa a los afortunados que aún sigue de vacaciones y la cantidad inmensa de extranjeros rosados como lechones de Segovia, va disminuyendo poco a poco….
Bueno como dice mi madre, al menos ya se puede dormir por las noches, pero sinceramente, ¿quien es el capullo que prefiere dormir de noche y estar currando, que no dormir y estar de vacaciones? Para mi la elección es clara (y el para el 95% de amigos, que son unos golfos, creo que también).
Que os parece si hablamos un poco más del verano y de las vacaciones. Se habla mucho del primer amor en la vida de una persona. Dicen que es el que más te marca y siempre recuerdas. El primer noviete/a que te echas en el cole, con 14/15 años (ahora para desgracia de los padres y alegría de los fabricantes de condones creo que la media está en 13-14), al que le dabas la mano (ahora te cogen el nabo), con el ibas al cine (ahora de botellón), hacías pellas (ahora se van al centro de planificación familiar para la píldora del día después),… Es decir, todas esas cosas bonitas que se te quedan en la memoria para el resto de tus días.
Bien, y diréis, ¿que cojones tiene que ver las vacaciones con el primer amor?. Pues que en mi caso, mi primer amor, FUE EN VACACIONES.
Me imagino que no os importará un carajo, pero yo os lo cuento.
Se llamaba Rebeca, tenía mi misma edad (15), el pelo rizado y una mirada…una mirada…una mirada un poco perdida la verdad, porque tenía algo de estrabismo. Igual eso fue lo que me atrajo de ella, porque yo de pequeño tenía un ojo vago, que cuando me quedaba mirando a algo fijamente, decidía tomar otro rumbo diferente, quedándoseme una estampa más o menos como al "Aigor" del jovencito Frankestein ( es que si os digo Marty Feldman más de uno ni se entera).
Fueron 15 días realmente excepcionales. Yo vivía en una nube rosa, donde se alojaban los osos amorosos, los cuales me mandaban sus rayos del arco iris todas las mañanas. Me levantaba pensando en ella, comía pensando en ella, hasta jiñaba pensando en ella (lo que me hizo no apurar lo suficiente más de una vez, y llevarme más de una regañina de mi madre por haber dejado marcada mi “esencia” en el fondo de los calzoncillos).
No os penséis que esa fue la primera vez que hice el acto. Para nada. Me tuve que contentar con una teta no muy grande, y rozar el matojillo de pelo que tenían las chicas por entonces (ahora para tocar pelo en una chica de 15 años, ya te puedes ir a rascarles la cabeza).
Pero los quince días se acabaron, y como los dos éramos de Madrid, yo pensé que el idilio continuaría. Al día siguiente de llegar, la llamé. Mi ángel estaba ocupado estudiando, porque había suspendido alguna asignatura y tenía que estudiar (yo tenía 8 que recuperar, pero para mi el amor era lo más importante).
Esperé 15 días más y la volví a llamar. Aún no había terminado los exámenes. Yo milagrosamente había aprobado 6 de 8 (siempre he sido un niño muy cabrón). Volví a esperar.
La llamé al mes, y resultó que como estaba castigada por haber arrastrado una al curso siguiente. Pregunté que hasta cuando, y no me supo decir. O malditos profesores que me alejaban de mi amor.
Esperé otro mes más (creo que ya íbamos por Noviembre, que ya está bien), y esta vez no estaba en casa. Le dejé el recado a su madre, con mi número para que me llamara, y esperé.
Tanto esperé, que me dio el mes de Mayo, y como estaba hasta la polla de esperar, pues me fui con mis amigos a celebrarlo por la zona de bares de Bilbao. Y coño el mejor regalo que me podían dar, ahí estaba ella, con otro grupo de amigas, bebiendo minis de calamocho y riéndose. No os lo he comentado, pero como podréis imaginar, no me devolvió la llamada, y yo como buen Tauro que soy, solo insistí unas 2 o 5000 veces más o menos, en las cuales me encontré con unas 2 o 5000 excusas.
Así que al verla allí sentada, me dije a mi mismo, ánimo David, acércate y dile que no eres un juguete, dile que te rompió el corazón, dile que nadie puede jugar con los sentimientos de nadie. Dila que es fea, que tiene un ojo mirando a Lugo, otro a Tarragona y que el tercero seguro que le huele mal. Dile que haber si se depila que tiene un potorro que parece el Mato Groso. Dile que le canta el pozo después de comer Ali-oli, que tiene el pecho pequeño, y que lastima de estarte aguantando los cuescos los 15 días que estuvisteis juntos.
Sin pensármelo más, me separé de mi grupo de amigos y me acerqué hacia ella.
- Hola Rebeca.
Se giró hacia mi, mirándome con su ojo bueno, y me dijo:
-Hombre David cuanto tiempo, ¿que tal? que guapo estás. Quieres tomarte un mini con nosotras.
- POR SUPUESTO. Espera que le digo a unos amigos que se vengan. Chiiiiiiicos venir que os presento a unas amigas.
Y diréis, ¿¿¿PERO COMO COÑO ERES TAN CALZONAZOS????
Y yo os contesto rápidamente. Si pensáis que con 15 años voy a mandar a tomar por culo a una tía a la que la he tocado una teta y el principio del felpudo, lo lleváis claro. Que en mi época esas cosas no pasaban muy a menudo. Si tengo que pisotear mi amor propio por la mínima esperanza de volver a tocar, pues lo pisoteo, me bailo una zapateo, lo escupo, lo meo e incluso me limpio el culo bien, que así de paso no mancho los calzoncillos.
Un saludo fuerte a todos.
P.D Para poneros en contacto conmigo y comentarme cualquier cosa, hacerlo poniéndome un correo electrónico a:
davidberna80@gmail.com
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